Mejores zonas de inyección de insulina para una mejor absorción (2024)
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La inyección de insulina es crucial para un gran número de personas que padecen diabetes.
En concreto, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 10.5% de la población de Estados Unidos y el 6% de la población del Reino Unido tiene diabetes. Una gran parte de estas personas requieren tratamiento con insulina, además de realizar cambios en su estilo de vida.
La insulina solo está disponible en formulaciones inyectables. Esto es debido a que las enzimas del estómago descomponen la insulina oral antes de que pueda absorberse y llegar al torrente sanguíneo.
Si necesitas administrar inyecciones de insulina a diario, sería útil elegir un sitio de inyección accesible que brinde la mejor eficacia del medicamento.
Este artículo proporciona todos los recursos necesarios para seguir las indicaciones de tu médico y garantizar que apliques la técnica correcta para inyectarte insulina.
Acompáñanos mientras descubrimos los lugares óptimos para inyectar insulina, facilitando así tu rutina diaria de medicación.
Las personas con diabetes administran la insulina mediante jeringas de insulina, plumas de insulina o un inyector de insulina sin aguja para controlar el azúcar en sangre.
Están diseñados para penetrar solo la piel y administrar el medicamento al tejido subcutáneo, que es la capa de grasa que se encuentra justo debajo de la piel.
Además, utilizar un vial y una jeringa con una aguja más larga es una experiencia diferente a la de las agujas cortas que se utilizan en las plumas de insulina. Ambas también difieren de la experiencia de alguien que utiliza un sistema de administración de insulina sin aguja.
A continuación, exploraremos los lugares de inyección que ofrecen una buena absorción de insulina y que se ajusten a la longitud de la aguja utilizada para administrarla.
Muchos diabéticos que utilizan insulina eligen el abdomen como el lugar diario de inyección. Esto es debido a varias razones.
En primer lugar, es un sitio de fácil acceso. Además, al tener una gran superficie permite rotar el lugar de la inyección. Por otro lado, las agujas de insulina inyectadas por vía subcutánea son menos dolorosas debido a la capa de grasa que generalmente cubre los músculos abdominales.
La zona ideal para la inyección está a aproximadamente 5 centímetros del ombligo, brindándote suficiente espacio de inyección. Para ello, coge tejido adiposo, es decir, graso, entre tus dedos y administra la dosis de insulina utilizando la aguja de la pluma.
Luego sigue estas instrucciones:
Introduce la pluma en un ángulo de 90 grados con respecto a tu piel y presiona el émbolo hacia abajo.
Mantén la pluma en su lugar y cuenta hasta seis segundos antes de retirarla para asegurarte de recibir la dosis completa de insulina.
Si estás utilizando una longitud de aguja correcta, no necesitarás pellizcar tu piel para inyectarla. Sin embargo, si eres muy delgado, es posible que necesites utilizar una aguja que sea más corta.
Si estás utilizando el sistema sin aguja Insujet, mantenlo en su lugar durante 10 segundos después de activarlo, antes de retirarlo de la piel.
Es importante evitar inyectar el medicamento en cualquier tejido cicatricial. De esta forma, se logra una mejor tasa de absorción de la insulina.
El tejido fibroso no tiene un suministro sanguíneo tan rico que garantice una buena absorción del medicamento y podría hacer que tu inyección de insulina sea menos efectiva.
Para los adultos que están delgados, las inyecciones subcutáneas en el abdomen pueden ser un poco complicadas. Aquí es donde entran en juego las inyecciones en los muslos, un sitio conveniente para la autoadministración de medicamentos. El lugar ideal de inyección se encuentra a medio camino entre la cadera y la articulación de la rodilla.
Si tienes dudas, realiza una medición de 10 centímetros desde la cadera. Luego, verifícalo estimando 10 centímetros desde la rodilla y ¡listo!, tienes tu lugar de inyección correcto.
Otro punto a recordar al hacer inyecciones en los muslos es apuntar hacia el lado externo de la pierna en vez de la cara interna.
Esto se debe a que la parte interna del muslo tiene una red más rica de capilares sanguíneos, lo que proporciona un acceso directo a la insulina al torrente sanguíneo. Este no es el modo previsto de administración del medicamento, ya que la insulina necesita asentarse en la grasa subcutánea y llegar lentamente a la circulación sanguínea.
También es importante tener en cuenta que las inyecciones a largo plazo en los muslos pueden ser problemáticas para algunas personas. Durante las visitas de seguimiento de la diabetes, algunos pacientes reportan molestias leves al caminar o correr después de la inyección de insulina.
Es fundamental que consultes con tu médico si tienes algún problema. De esta forma, podrá analizar otros sitios potenciales de inyección de insulina que sean más convenientes para ti.
La siguiente zona de inyección de insulina de nuestra lista es la parte superior de los brazos. Es necesario llegar al tejido graso que recubre el músculo tríceps. La autoadministración en este sitio puede resultar complicada, especialmente para los pacientes mayores con diabetes.
En general, no deberías tener problemas al inyectar insulina en la parte posterior de tu brazo menos dominante. Siempre se recomienda pedir ayuda si no puedes alcanzar el lugar de la inyección, para asegurarte de recibir la dosis completa y tener un excelente control del azúcar en la sangre.
La parte superior de los brazos puede ser el sitio de elección para colocar una bomba de insulina. Tu profesional de la salud elegirá contigo una área de fácil acceso, que no interfiera con tus movimientos diarios del brazo.
La parte superior de las nalgas es otro lugar de inyección de insulina que puedes agregar a tu lista de sitios de inyección.
Al igual que ocurre con la parte superior de los brazos, este sitio de inyección no es el de más fácil acceso cuando la administración la realiza el propio paciente.
Para alcanzar la capa de grasa, debes imaginar una línea que atraviese la parte superior de tus nalgas. La aguja de insulina debe pasar justo por encima de esta línea, pero justo por debajo de la cintura.
A continuación te proporcionamos una guía sobre todo lo que necesitas saber para una adecuada inyección de insulina. Recuerda consultar siempre con tu equipo de atención médica cuando quieras confirmar tu técnica de inyección.
Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular el vial de insulina, la pluma, las agujas o las boquillas sin aguja del inyector.
Si estás utilizando un vial de insulina, debes rodar el vial entre tus manos para asegurarte de que el contenido esté correctamente mezclado.
Si utilizas plumas de insulina, recuerda cambiar la aguja por una de nueva.
Extrae la dosis correcta de insulina de la jeringa. En el caso de una pluma de insulina, simplemente ajusta el dial para que coincida con la dosis prescrita.
Al manipular una jeringa o una pluma de insulina, debes sostenerlas como si estuvieras agarrando un lápiz. Pellizca un pliegue de piel con suficiente grasa entre tus dedos e inserta la punta de la aguja. Dependiendo del tamaño de la aguja, el grosor de la capa de grasa y las instrucciones de tu médico, podrías insertar la aguja en un ángulo de 45 o 90 grados.
Empuja lentamente el émbolo para inyectar la insulina. Asegúrate de haber administrado toda la dosis verificando que no quede ningún residuo en la jeringa.
Retira la aguja y presiona el sitio de la inyección con un algodón.
Sigue las recomendaciones adecuadas para desechar la aguja de insulina o la boquilla sin aguja.
Ahora que conoces los posibles sitios de inyección de insulina, te daremos algunos consejos esenciales que debes tener en cuenta para una administración sin contratiempos.
Algunas personas con diabetes pueden pensar que están siguiendo la dosis correcta, pero no ven cambios en sus niveles de azúcar en sangre. Si ese es tu caso, siempre se recomienda consultar las dudas sobre la dosis, la técnica de inyección o el lugar de aplicación con tu profesional de la salud.
Podrías estar pasando por alto algo básico que afecta la absorción de insulina y retrasa el control óptimo de la enfermedad, como los diferentes sitios de inyección. Algunos dispositivos pueden ser difíciles de usar. Siempre que puedas, lleva tu dispositivo de insulina contigo en la próxima cita médica para asegurar que estás aplicando la dosis correcta.
Además, considera las profundidades y ángulos de inserción si estás utilizando bombas de insulina. Diferentes dispositivos tienen diferentes instrucciones de uso.
Asimismo, si has cambiado a una nueva pluma o bomba de insulina, no puedes simplemente asumir que tu nuevo equipo funciona de la misma manera que los dispositivos antiguos que ya conoces. Recuerda siempre revisar todas tus dudas con tu profesional de la salud.
Si inyectas la insulina de forma repetida en el mismo sitio, tu cuerpo podría empezar a formar tejido cicatricial. Esto sucede en respuesta a lesiones repetidas. Para evitarlo, simplemente realiza una rotación de los sitios de inyección.
Si te sientes cómodo con las inyecciones en el abdomen, no es necesario cambiar a la parte superior de los muslos. En su lugar, puedes elegir diferentes regiones dentro del abdomen para evitar desarrollar lipodistrofias (cambios en el tejido graso subcutáneo en el lugar de inyección).
Varias asociaciones y organizaciones recomiendan mantener un registro preciso de todas tus inyecciones de insulina. Es necesario hacer un seguimiento de tu dosis, el tiempo de administración y el sitio de inyección. Puedes encontrar herramientas digitales en tu teléfono móvil que faciliten este proceso y te ayuden a detectar patrones específicos.
¿Podrías intentar ser constante con el horario de tus inyecciones de insulina para obtener el mejor control glucémico? También es probable que debas cambiar la cantidad de insulina que usas para cubrir tus comidas. Esta cantidad puede cambiar dependiendo de la cantidad de comida que ingieras para mantener tus niveles de azúcar en la sangre dentro de lo normal.
Los diferentes lugares de inyección de insulina tienen tasas de absorción distintas. La inyección subcutánea en el abdomen es la vía más rápida para la absorción de insulina, seguida por la inyección en la parte superior de los brazos y, por último, los muslos.
Esto podría explicarse por el hecho de que el abdomen tiene una red más extensa de capilares sanguíneos, ofreciendo una mayor área de superficie para la absorción.
Además, las distintas formulaciones de insulina tienen diferentes tasas de absorción. La insulina de acción rápida está destinada a ser administrada durante las comidas, proporcionando un pico alto para un buen control glucémico después de comer.
Mientras tanto, las formulaciones de insulina de acción prolongada están diseñadas para una absorción prolongada a lo largo del día para mantener los niveles de insulina básicos estables.
Controlar periódicamente los niveles de glucosa en sangre es fundamental, ya que la tasa de absorción de insulina varía mucho de una persona a otra. La atención médica personalizada garantiza que se tengan en cuenta estas variaciones y contribuya a un mejor control de la glucemia.
Si te pinchas muchas veces en el mismo sitio, puedes acumular grasa debajo de la piel, formando bultos duros que se llaman lipohipertrofia. Estos bultos no solo afectan cómo se ve la piel, sino que también pueden alterar cómo el cuerpo absorbe la insulina en el futuro, lo que podría causar problemas en el cuidado de la diabetes.
Administrar una dosis de insulina mayor de lo previsto puede provocar niveles bajos de azúcar en la sangre. La hipoglucemia se manifiesta con mareos, confusión y sudoración. En casos graves, puede llevar a la pérdida de la conciencia.
Asegúrate de verificar tu dosis de insulina antes de la inyección y sigue un estricto control de la glucosa en sangre.
Una educación adecuada es fundamental para lograr un control glucémico óptimo. Comienza por seguir la técnica correcta de inyección de insulina y elegir el lugar adecuado para la inyección. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECOC) enumera el abdomen, la parte superior de los brazos, los muslos y las nalgas como posibles lugares para la inyección de insulina.
Si vives solo y necesitas autoadministrarte la insulina, podrías realizar inyecciones en el abdomen o en la parte superior del muslo. Las inyecciones en los brazos y las nalgas podrían requerir algo de ayuda. Comenta tus preocupaciones con tu médico para asegurarte de que tu plan de tratamiento se ajuste a tu estilo de vida actual.
Es importante destacar que la elección del lugar de inyección de insulina puede afectar la absorción. Por lo tanto, es mejor evitar inyectar insulina en un nuevo sitio sin consultar a tu médico para verificar si tu dosis necesitan ser ajustadas.